Gibraltar siempre ha sido un recurso retórico en los discursos oficiales para generaciones y generaciones de españoles, una controversia irascible marcada por la percepción de ilegitima ocupación territorial realizada por la perfidia del ingles. Pero Londres y Madrid nunca introdujeron en las negociaciones y toma de decisiones el referente medioambiental. Es una obra con tres aciertos sobresalientes, todos originales: en primer lugar, el tema si mismo objeto de estudio, que es ni mas ni menos que establecer mediante argumentos y pruebas de conexión entre las controversia históricas y el deterioro del medio ambiente. En segundo lugar, una estructura en la que, tras poner de relieve el valor medioambiental en la bahía de Algeciras y los Principios y normas aplicables, establece con minuciosidad todas las facetas de las controversias s obre Gibraltar; para finalmente ir descubriendo sistemáticamente las conexiones entre las controversias territoriales y los problemas medioambientales, pues las diferentes controversias (istmo, aeropuerto, base militar, delimitación de espacios marinos) causan específicos problemas medioambientales, pero también obstaculizan la protección medioambiental. Y en tercer lugar, unas propuestas prácticas que se plantean a lo largo de la obra y notablemente en la última parte y en las Conclusiones, y que permitirían remontar la pésima situación medioambiente de partida.