«Estudios» debe entenderse en el sentido de los pintores: «estudio de una mano», «estudio de la cabeza de un anciano», etc. En otras palabras, aquí sólo encontraremos textos autónomos, que no forman parte de ningún conjunto. Sin embargo, todos pertenecen a una misma manera, y todos tienen como recurso una sola cuestión: el ser-mundo del mundo.

Estos estudios son siete. Van, por así decirlo, de Sócrates a Sócrates, ya que comienzan con una lectura de Jean-Toussaint Desanti y se cierran con reflexiones sobre el Fedón. Los tres primeros están agrupados bajo el título de «Los maestros» y conciernen sucesivamente a Desanti, Heidegger y Lacan. Bajo el título de «Archipolítica» viene a continuación un estudio aislado, que hizo algo de ruido en su tiempo y me atrevo a decir que se vuelve cada vez más actual: «Los años 30 están ante nosotros». Luego vemos aparecer una pareja de nociones: «Ver y pintar», un texto sobre el campo visual e infinito en Wittgenstein («El mundo y su expresión») y otro que ilustra la pintura del Quattrocento a la luz del Tratado de la pintura de Leonardo da Vinci.

Finalmente el conjunto se cierra (o se abre) sobre lo que constituye en efecto los dos términos de toda existencia: el nacimiento y la muerte. El séptimo de estos estudios le opone a la problemática husserliana de la carne en las Ideen II una «definición» del nacimiento (temeraria, muy evidentemente), mientras que el último, ya mencionado, busca entender en qué consiste la ejemplaridad de Sócrates en el trascurso de su último sol.