Liz Sansborough fue en el pasado una espía para la CIA. Su repulsión hacia la violencia la llevó abandonar esa vida y a volverse en cambio hacia el estudio y la labor académica, huyendo a California para vivir tranquilamente como profesora de universidad. Su existencia anterior, sin embargo, es algo que no puede dejar atrás completamente. Tras sufrir un intento de asesinato del que sobrevive de milagro, Liz descubre que existe un grupo poderoso que trabaja desde la sombra y que cree que ella posee una información fundamental para cumplir sus propósitos de dominio mundial, y que harán todo lo posible por obtenerla. Liz es hija de un asesino de la Guerra Fría apodado el Carnívoro que poseía un diario en el que aparecen los nombres de una serie de personajes importantes de la política internacional a los que la corporación chantajeaba. Liz, que desconoce la existencia de dicha información, decide, muy a su pesar, volver a su antiguo oficio, pues de ello depende su vida. Liz obtiene la ayuda necesaria por el camino: el agente del MI6 británico Simon Childs se pone de su parte. Así, la investigación los lleva a valorar la posibilidad de que exista una unión de mega-conglomerados internacionales cuya intención es apoderarse de los diarios del Carnívoro para utilizarlos contra los dirigentes más poderosos del planeta. Ese grupo oscuro está formado por seis corporaciones internacionales que utilizan su poder económico y político para influir en el curso de los eventos mundiales. Para proteger sus identidades, usan los nombres de los titanes míticos: Cronus, Hyperion, Prometheus, Atlas, Oceanus, y Themis. Desde el final de Segunda Guerra Mundial, el grupo ha tomado muchas decisiones importantes que afectan el destino de las naciones, incluso ha cometido asesinatos cuando era políticamente conveniente. Muchas de esas muertes fueron cometidas precisamente por el Carnívoro. No obstante, la investigación demuestra que existe un sujeto que no pertenece a la corporación y que prec