Provisto del sólido andamiaje jurídico, que confiere la experiencia forense y la formación académica del historiador del derecho, el autor de este trabajo muestra en detalle como transitó la institución de la justicia gratuita desde el Antiguo al Nuevo Régimen. Así, partiendo de la regulación legada por el sistema absolutista, de forma minuciosa y documentada, profundiza en los proyectos y cambios legislativos que, en las activas décadas centrales del siglo XIX, suscribió el liberalismo español para asistir a los justiciables sin recursos; descubriéndonos, con ello, el estado general de una Administración de Justicia que, con paso lento pero firme, iba incorporando a su estructura los principios inspiradores del nuevo Estado Liberal. Como se podrá comprobar tras su lectura, el autor logra el objetivo de historiar con precisión las virtudes y carencias de las soluciones legales que la Justicia liberal articuló para evitar que la influencia económica de los litigantes perturbara el ejercicio de sus derechos, tantos en los pleitos civiles como en las causas penales, para al final, a la vista de su análisis, formular unas substanciosas conclusiones, que vienen, una vez más, a poner de relieve la indiscutible utilidad y vigencia de la ciencia de la Historia del Derecho.