El Palacio de Viana es la mansión histórica más singular y conocida de Córdoba. Se propone aquí un acercamiento a tan importante conjunto, atendiendo al continente y contenido, con especial insistencia en el coleccionismo, fundamentalmente el de don José Saavedra que adquiere, además de piezas aisladas, la colección de guardamecíes de don Anastasio Páramo que estaba instalada en el Museo Nacional de Artes Industriales de Madrid y la de azulejos de tema heráldico del marqués de Laurencín, a quien también compra la biblioteca especializada en temas cinegéticos.

Se analiza en primer lugar la configuración arquitectónica del edificio desde las construcciones medievales, incidiendo en la gran reforma renacentista con la participación de Juan de Ochoa, la remodelación barroca y la gran ampliación del palacio en el XIX con las Casas de los condes de Torres Cabrera, analizando finalmente el resurgimiento del mismo a principios del siglo XX con los Saavedra, especialmente con el segundo marqués de Viana que proyectó instalar un museo para exhibir parte de la colección familiar como símbolo de prestigio.

Se aborda el proyecto museográfico emprendido por don José Saavedra y Salamanca, que conecta con las iniciativas que desde la Comisaría Regia de Turismo emprendió don Benigno de la vega Inclán y Flaquer que le anima en su empeño, y se estudian las pinturas que conforman la más importante de las colecciones, desde las pinturas murales a la miniatura documental que tiene una significativa presencia en el archivo del palacio, en el que se custodian importantes legados pertenecientes a diferentes familias nobiliarias.