Por paisaje se puede entender cualquier conjunto de terreno, da igual si es natural o artificial: incluso, si vamos un poco más allá, no tiene que ser necesariamente físico o concreto. Pero quedémonos con el medio físico en sus dos vertientes. Por un lado, el paisaje natural, del que se ocupan algunos de los artículos que componen este libro y, por otro, el paisaje urbano, al que aluden la mayoría de los autores que se dan cita en esta obra. Así, cada objeto, cada construcción, caca infraestructura e incluso cada concepto se convierte en protagonista de todos estos estudios.

A lo largo de las siguientes páginas aquellos hombres y mujeres que poblaron la Villa y sus alrededores son actores secundarios de los relatos. El protagonismo, por el contrario, se lo lleva la muralla y el recinto musulmán, la industria madrileña, uno de los barrios más representativos de la capital, el urbanismo institucional, la suciedad que pobló las calles de la Villa bajomedieval, la fisonomía alcalaína, los paisajes naturales de la actual Comunidad, y su aprovechamiento o las fortalezas que poblaron la región.