Mitra es un dios de origen iranio que sufre una verdadera metamorfosis entre finales de época helenística y el Imperio Romano. En Anatolia o en Roma adquiere una organización y contenidos cultuales que hacen de él un dios universal, útil para los propósitos ecuménicos del Imperio. Jaime Alvar hace en este libro un estudio exhaustivo de las condiciones en las que se produce su introducción en Hispania, a finales del siglo I d.C., en un momento sorprendentemente prematuro en relación con otras regiones del occidente latino. Se interesa por las circunstancias de su recepción y normalización en los ámbitos urbanos de las provincias hispanas; atiende a las características sociales y económicas de sus seguidores y analiza las razones por las que se desvanece en un periodo igualmente precoz, lo que le permite negar la idea asumida de que Mitra fue vencido por Cristo, al menos no en Hispania. Todas esas preocupaciones se resuelven en este estudio en el marco de las más avanzadas corrientes de interpretación de los fenómenos religiosos en el mundo antiguo. Para sustentar su estudio, ofrece Alvar un catálogo razonado de los mithriaca, es decir todos los testimonios disponibles sobre el culto de Mitra en Hispania. Se trata del catálogo más completo y documentado de cuantos se han elaborado sobre el tema, lo que garantiza que será una obra de referencia durante mucho tiempo.