El canon español, firmado por el ex director del Instituto Cervantes y de la Biblioteca Nacional Jon Juaristi y por el escritor y editor Juan Ignacio Alonso, recoge el legado cultural y la contribución de España al conjunto de la civilización mundial. «Confiamos en que los lectores, al volver la última página de esta obra, conozcan mucho mejor nuestro pasado y nuestra cultura», afirman los autores.

Desde la objetividad, y fuera de todo chauvinismo, Juaristi y Alonso realizan un fascinante recorrido a través de los grandes hitos y personajes de nuestra cultura, desde Isidoro de Sevilla y el Poema de Mío Cid hasta Lorca o Picasso, pasando por Nebrija, Servet, Goya o Ramón y Cajal entre otros. Un viaje a través del tiempo para apreciar el indudable valor y la grandeza de nuestra literatura, nuestra arquitectura, nuestro arte y nuestra ciencia y, en definitiva, presentar al lector lo que los autores han denominado el canon español.

'Optamos por un modelo mixto que mezcla el criterio canónico y el enciclopédico cuyo resultado fuera una revisión más o menos profunda en toda la trayectoria vital del país llamado España y, dentro de este recorrido, prestar atención especial a determinados personajes y momentos clave. Tampoco nos hemos fijado límites cronológicos', explica Juan Ignacio Alonso. 'Este no es un libro de historia, sino un ensayo divulgativo sobre los logros culturales de nuestro país. Hemos procurado ser objetivos, eludir la exaltación patriótica, que no es necesaria en absoluto. España y los españoles no necesitan hagiógrafos… se defienden perfectamente por sí mismos'.

'La historia de España ha sido muy espasmódica, le falta el elemento civilizatorio por el cierre de los Habsburgo frente al protestantismo y la Inquisición después, eso la encapsuló con respecto a Europa', afirma Jon Juaristi. 'No tiene justificación, pero es comprensible que exista Leyenda Negra. La cultura española tiende a identificarse exclusivamente a lo católico. España tiene una enorme debilidad nacional, no hay un consenso general. Sí hay identidad histórica, pero se crea con relación a un canon religioso'.