Los últimos años hemos sido testigos de una inusitada actividad geopolítica. A la hegemonía global de Occidente, encabezado por Estados Unidos, le ha salido un competidor, China. Además, los acontecimientos en Ucrania indican que también Rusia quiere estar en la terna.

En paralelo, los valores de la democracia occidental parecen estar en cuestión. Numerosos movimientos sociales y culturales, desde la propia sociedad civil, abanderan la necesidad de un cambio profundo en la organización y relaciones sociales, anunciando el fin de un ciclo.

La coincidencia de pugna por la hegemonía y cuestión a las normas establecidas retrotrae a otros momentos históricos, como la Guerra Fría, en que (casi) los mismos actores se enfrentaron en condiciones similares. Esto podría indicar una relación entre ambos elementos, que nos obliga a echar la vista atrás y tomar perspectiva. Revisaremos la génesis de los valores de las democracias occidentales, así como los factores que contribuyen tanto a la cohesión de los modelos sociales como a su fractura. Las relaciones que se extraigan se analizarán desde el punto de vista de los adversarios tradicionales de Occidente, tratando de extraer patrones que nos sirvan para determinar si el contexto geopolítico actual es casual o si pudiera formar parte de un todo más complejo.