En Cypherpunks, Julian Assange, Jacob Appelbaum, Andy Müller-Maguhn y Jérémie Zimmermann, cuatro destacados protagonistas de la guerra contra el establishment, debaten sobre el futuro y las opciones que le quedan a una sociedad que vive inconscientemente acorralada, intervenida y acosada por la política de represión informativa estatal.

Controlar las comunicaciones es fundamental para cualquier Estado que quiera mantener su poder centralizador. Internet nació como una ventana abierta a la libertad y a las oportunidades. No obstante, poco a poco, los gobiernos han logrado delimitar su efecto, aplicando normativas y almacenando cualquier flujo de comunicaciones que se derive de la red.

El espacio está «militarizado», tanto por el Estado como por las empresas privadas. «Google sabe más de ti que tú mismo», nos recuerdan. Para poder combatir la vigilancia que nos asedia hace falta conocer la infraestructura que posee, apostar por un modelo independiente, defender la privacidad y romper las promiscuas relaciones entre internet, política y economía.

Cuatro colegas que coinciden, discrepan y que se preguntan: ¿cuándo puede estar justifi cada la intervención del flujo de comunicaciones?, ¿en casos de pedofilia?, ¿en blanqueo de
capitales?, ¿en la persecución de la mafia?, ¿qué justifi ca que los servicios de inteligencia tengan acceso a todas mis comunicaciones, que modifiquen documentos históricos, que sepan
qué compro, cuándo y dónde?

En este libro, sus autores apuestan por el uso de la criptografía y por el cambio social y político. Además, inciden en que si no se defi enden nuestros derechos, internet se convertirá en poco tiempo en la mayor amenaza para la civilización humana, al contrario de lo que rezan muchos manifiestos.

Cypherpunks no da una única respuesta, sino que contrapone visiones de cuatro personas comprometidas que han sido objetivos del Estado. «Toda relación manifestada o comunicada, cada página web leída, cada correo electrónico enviado y cada pensamiento googleado» acabará en manos de ellos. La criptografía es la última forma de acción no violenta para plantarles cara.