La contabilidad es un lenguaje que permite la comunicación de suerte tal que, si se dispone de los conocimientos específicos necesarios sobre la materia, las personas pueden entenderse a la hora de analizar la situación patrimonial de las empresas. Como señala Miguel Durán en el prólogo, las principales virtudes de la obra que usted, querido lector, tiene entre las manos, son: El autor ha sido capaz de crear un instrumento fantástico para que las personas que jamás en su vida han tenido contacto con la contabilidad puedan adquirir los conocimientos básicos para que los conceptos que aquí se manejan les permitan dejar de ser absolutamente profanas en la materia y, por el contrario, poder hablar con razonable propiedad de las cuestiones esenciales de la contabilidad. También ha sido capaz de enseñarnos lo más básico de la contabilidad y del control patrimonial de las empresas sin ni siquiera mencionar una sola vez los clásicos conceptos matrices de debe y haber. La calidad didáctica del libro es incuestionable, y su sistemática expositiva muy brillante y esclarecedora. La propia estructura del libro, con los aditamentos de autocomprobación para el lector sobre su capacidad de comprensión, lo hacen aún más atractivo y didáctico. El lenguaje que Paco Esteo maneja a lo largo de esta su brillante obra es sencillo, a la par que directo y plenamente comprensible, sin caer en más reiteraciones que las estrictamente imprescindibles para que el lector vaya, como hizo Teseo, siguiendo el hilo narrativo/formativo hasta dar con el Minotauro del conjunto de conocimientos contables que le permitirán dejar de ser ya un mero profano en el asunto.