En los dos últimos años la “cuestión catalana” no ha hecho sino erizarse de nuevas dificultades. La causa es doble: el empecinamiento monotemático del nacionalismo catalán en un referéndum propuesto con un formato inviable; y el inmovilismo, la ausencia de una respuesta del nacionalismo español o, más exactamente, su reacción recentralizadora. Este libro, un análisis apasionado pero sereno y sin prejuicios de la cada vez más candente cuestión catalana, desglosa con detalle las causas de las tensiones económicas centro-periferia, los ecos de la polémica política en el conjunto de España, su repercusión europea e internacional y los déficits de racionalidad en el debate sobre el referéndum. La temperatura del litigio aumenta al compás del declive del pujolismo, la sucesión monárquica o las insuficiencias del incipiente diálogo Madrid-Barcelona. El texto actualiza y reorganiza el trabajo que el autor ha venido realizando en diferentes medios de comunicación como El País, Política Exterior o el informe anual de la Fundación Alternativas.