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Ávida llama: voces para una antología sinfónica

Ávida llama: voces para una antología sinfónica
Libro-homenaje a la poeta Margarita Ferreras

  • ISBN: 9791387753276
  • Editorial: Eolas Ediciones
  • Lugar de la edición: León. España
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 24 cm
  • Nº Pág.: 308
  • Idiomas: Español

Papel: Rústica
22,00 €
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Resumen

Ávida llama. Voces para una antología sinfónica nace del Amor a la palabra poética, de lo intrínsecamente humano que habita en el ser; voces que se escuchan afinadas para un canto coral: un grito, un clamor en torno a la figura de la poeta Margarita Ferreras por la celebración del 125.o Aniversario de su Nacimiento. Dos autoras consagradas de la literatura del siglo XX, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, coinciden en el centenario que celebran junto a María Moliner, lexicógrafa. Así, 2025 propicia una múltiple celebración de la palabra con esta antología, interdisciplinar e intergeneracional, rítmica y vivaz. Margarita Ferreras, escritora y mujer sin parangón, voz poética única en la generación del 27: rebelde contra la norma, irreverente en sus apariciones públicas, transgresora y vibrante en el amor, osada y casi libre..., asistió a las actividades de la Residencia de Señoritas, al Lyceum Club Femenino, al Ateneo y a los cursos de la Residencia de Estudiantes. Nada del ambiente cultural de vanguardias, en el Madrid del momento, escapó a su interés. Compartió amistad y trato con todos los grandes: Benito Pérez Galdós, Ernestina de Champourcín, Miguel de Unamuno, Rosa Chacel, Manuel Azaña, Maruja Mallo, María de Maeztu, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Delhy Tejero, Ramón Gómez de la Serna, Pérez de Ayala, Gonzalo Rodríguez Lafora, Luis Cernuda, Alejandro Lerroux, Benjamín Jarnés -su prologuista-, junto a Concha Méndez y Manuel Altolaguirre, editores de su obra Pez en la tierra (1932). Toda una larga e inacabable lista de intelectuales en su universo personal. Pero la vida le reservó el trago amargo de la soledad al estallar la Guerra Civil e implantarse la dictadura. Seres que se tronchan, que rompen el modelo normativo y son penados, por enfermedad o excepcionalidad, a una existencia vivida como condena. Yace en Palencia, en un lugar donde habitó el olvido. Rompamos este silencio secular, borremos la negra sombra, traigámosla a la vida: al renacer de un tiempo nuevo y feraz. Hágase justicia poética.

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