En 2015 se cumplieron trescientos años de la conquista borbónica de Mallorca e Ibiza. Estos fueron los dos últimos territorios hispánicos ocupados por las tropas de Felipe V en el curso de la Guerra de Sucesión a la Corona de España. A medida que los territorios de la antigua Corona de Aragón eran ocupados por las fuerzas borbónicas, se ponía en marcha un proceso político que modificaba sustancialmente el derecho público de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca, y del Principado de Cataluña. Así, en 1715 suponía no sólo el final de una guerra que había sido internacional y española, sino también el final de un sistema político basado en el principio de multa regna, unum rex.

El cambio fue de tal magnitud que la fecha de 1716 merecía una reflexión desde el antiguo reino de Mallorca, pero no exclusivamente sobre lo que pasó con las instituciones regnícolas de Mallorca. Había un análisis coordinada de lo que supusieron los cambios jurídico a escala global de la antigua Monarquía Hispánica y de cómo la experiencia de Mallorca e Ibiza se incrustaba en la dinámica general. (Del prólogo de Miguel J. Deyà Bauzà)