La contratación pública es una técnica que permite con­seguir objetivos sociales, ambientales o investigativos, bajo la convicción de que estos porten una adecuada comprensión de cómo deben canalizarse los fondos públicos. Por ello, se im­pone una visión estratégica de la contratación pública alejada de la vieja y rígida arquitectura del contrato administrativo.

En la actualidad, su enfoque está determinado a partir de los derechos humanos, que han penetrado y modificado la Teoría General del Derecho, al introducir nuevos paradigmas a los institutos jurídicos desde una mirada de la dignidad de la persona humana, baluarte fundamental del actual Estado Constitucional. Por lo tanto, la contratación pública actual­mente tendrá una dimensión no solo política y económica, sino también social.

En ese sentido, la contratación pública ha sido un terreno vulnerable a los conflictos de intereses y a la corrupción, dado el volumen de recursos que involucra su gestión.