En la metafísica del ser personal de inspiración tomista, lo más propio de la persona humana es el amor donal. La raíz ontológica de esta condición se encuentra en el mayor grado de participación del Ser Personal por Esencia.

El estudio de las relaciones interpersonales que surgen a partir de la donación exclusiva entre dos personas permite constatar que, a diferencia de lo que acontece en las especies animales, la paternidad/maternidad posee un valor trascendente. Asimismo, el acto originario de cualquier nuevo ser humano es el núcleo de la paternidad/maternidad. En efecto, se trata de una relación constitutivamente originaria, porque trasciende la principialidad corpórea de los progenitores, al insertarse en el origen divino de su ser. Por tanto, las relaciones de conyugalidad, de paternidad/maternidad con la correspondiente filiación, y de fraternidad, propias y exclusivas de la familia, hallan su raíz ontológica en la mayor intensidad del acto de ser de sus miembros. Por eso, la respuesta al interrogante que plantea el título del presente escrito es afirmativa; esto es, el ser personal humano es familiar.