Este texto está dedicado a una expresión inigualable del arte prehispánico: la imagen del ser humano entre los mayas, cuyo arte se caracteriza por ser profundamente humanista, no sólo por privilegiar la imagen de hombres y mujeres sino también por imbuirla de abundantes significados propios de la cosmovisión de ese extraordinario pueblo. A través de múltiples ejemplos en piedra, estuco, cerámica, pintura y madera, los autores se abocan al análisis de las variaciones de la representación humana y sus atavíos. Guían al lector por las diversas formas expresivas de esa profunda conciencia de sí que ha caracterizado al pueblo maya a lo largo de su historia. De ahí que uno de los hilos conductores del estudio sea buscar explicaciones respecto al deambular del ser humano (semidesnudo o absolutamente ataviado) entre los ámbitos de lo profano y lo sagrado.