Los comerciantes forman una cadena entre los productores y los consumidores. Operan en el espacio conduciendo las mercancías del lugar de producción o de donde hay abundancia, para hacerlas llegar y, por consecuencia, venderlas en el lugar de consumo o donde son más solicitadas. Operan en el tiempo, anticipando las adquisiciones a las reventas de las mercancías, o revendiendo éstas antes de adquirirlas, según las necesidades del mercado y la previsión de una futura alza o baja de los precios. Operan en el modo, ya que dan a las mercancías aquella presentación externa o simplemente aquellas distintas medidas y proporciones que respondan a las multiformes necesidades y gustos de los consumidores. El gran fenómeno económico complejo, por el que se consigue satisfacer mejor las necesidades humanas, interponiéndose entre productores y consumidores con la intención de lucrarse con esta interposición, es precisamente el comercio. En su virtud, es posible la división del trabajo, por el que cada uno se consagra a aquella actividad productiva a la que le llaman las propias aptitudes, estudios o medios financieros, la propia experiencia y las condiciones del ambiente en que se desenvuelve su actividad, sabiendo que puede procurarse lo que es necesario con el producto de su propio trabajo transformándolo, con la especificación, en más intenso y mejor