El presente volumen más que una antología ofrece casi una primicia: los albores de un teatro. En 1940 los autores dramáticos conocidos habían muerto, estaban en el exilio o en sus postrimerías. Algunos estaban aún por descubrir y otros empezaban entonces a buscar una fórmula personal. En este panorama desolador destacan siete autores incluidos en este libro: Jardiel Poncela (El amor del gato y del perro), capaz de llenar con originalidad y sorpresa el espacio vacío de variso escenarios; Samuel Ros (En el otro cuarto), esperanza fugaz de un teatro que no existía; Víctor Ruiz Iriarte (Un día en la gloria), cuyo teatro amable y optimista constituye toda una escuela de autores; Alfonso Sastre (Cargamento de sueños) y Medardo Fraile (El hermano), pertenecientes a la primera agrupación de ensayo que surgió en la posguerra; Antonio Buero Vallejo (Las palabras en la arena), el primer autor de posguerra cuyo teatro merecía dos horas de atención; Joaquín Calvo Sotelo (Cuando llegue el día), que consiguió un éxito que aún hoy parece desproporcionado: sobrepasar con una obra las cinco mil representaciones.