Entender la situación de la República Islámica de Irán, cuando se cumplen veinticinco años de la revolución que le dio origen, obliga a profundizar en su vida sociopolítica para reconsiderar falsas evidencias y esclarecer algunas claves de explicación. El eje en torno al cual se articula este libro reside en el análisis de las transformaciones económicas que acompañaron a la revolución y posrevolución iraní, pues sirvieron de base para la emergencia de una nueva burguesía posrevolucionaria que, acomodándose hábilmente a la nueva situación, supo utilizar nuevos cauces y métodos de acceso a los mecanismos de promoción y control socioeconómico de innegable influencia en las dinámicas políticas. Estas dinámicas están presentes en el actual proceso de transición política de Irán y se reflejan en el relevo sociológico de las élites políticas. Así, abordar las interrelaciones entre cambios socioeconómicos y élites políticas permite desentrañar las raíces más tangibles de unos antagonismos que, con frecuencia, se enmascaran mediante su expresión en términos ideológico-religiosos. Los procesos electorales deberán ser lo suficientemente abiertos para poder garantizar la institucionalización de las evoluciones sociales que se han producido; la República Islámica se encuentra ante un desafío cuyas repercusiones serán decisivas no sólo para el propio país, sino para las transiciones en muchos países del mundo musulmán, especialmente en el Medio Oriente, en el que Irán se perfila como un actor fundamental.