“El libro invita al lector a hacer un recorrido por algunas sentencias paradigmáticas del derecho constitucional mundial. Su autor ha pensado reunir estas sentencias en una organización que él denomina “Casos y materiales”. Se trata, pues, de un esfuerzo por hacer un casebook, es decir un “libro de casos” donde los lectores puedan leer de forma directa el texto de la decisión y donde el autor ofrece “materiales” para contextualizar el fallo y sus implicaciones en el derecho. Los casebooks son el principal género literario para la enseñanza del derecho en el mundo anglo-americano, cuando para nosotros lo son el comentario legal o el tratado sistematizante. Lo fascinante del casebook es que, como resulta obvio, está más lleno de vida, de personas y circunstancias concretas, de derecho en marcha. Es por este casuismo situado y vivo que las tradiciones del llamado common law han concebido al derecho como una materia más empírica, más clínica, mientras nosotros pensamos que es más letrada y conceptual.
El libro, además, hace parte de un movimiento contemporáneo de derecho constitucional comparado en el que autores, en los últimos años, nos presentan, no tanto las formas de estado y gobierno (como lo hicieron los autores institucionalistas desde Hauriou hasta Biscaretti) sino que nos muestran las constituciones en su desarrollo jurisprudencial (como lo hacen en la última década los libros de Jackson y Tushnet, los artículos de Slaughter y la nueva escuela crítica de la “juristocracia” tan brillantemente representada en la obra de Hirshl). El libro de Barrero bebe de estas fuentes, se inspira en esta forma de hacer constitucional comparado y busca hacer un aporte para que el estudiante colombiano de derecho tenga una exposición directa a los célebres Marbury vs. Madison, Brown vs. Board of Education (ambos tan centrales en el constitucionalismo estadounidense), sobre el affaire Blanco (tan definitorio del estado administrativo francés) y el caso Lüth (tan esencial en el estado constitucional alemán).
Pero el texto no sólo sigue los oropeles de la razón hegemónica occidental: también contiene una saludable e interesante voz “tercermundista” donde enfatiza el diálogo “sur-sur”. Junto con estos casos clásicos del constitucionalismo del primer mundo, busca también canonizar fallos que Barrero considera fundamentales en la India, en México, en Colombia, en la Argentina, en Nigeria.”