La creación del denominado "Espacio Europeo de Educación Superior" por iniciativa de la Unión Europea, tiene como finalidad fundamental la mejora de la calidad de las universidades europeas, buscando elementos de compatibilidad entre los sistemas educativos universitarios de sus países miembros. Se trata de un proceso complejo que pretende estar plenamente implantado en el año 2010 y que fue iniciado el año 1999, con el compromiso de 29 Estados europeos, firmantes del llamado "Proceso de Bolonia". En estos momentos son ya 40 los países incorporados a este proceso y cinco candidatos. A partir de los principios de calidad, movilidad, diversidad y competitividad, esta iniciativa persigue cumplir con objetivos prioritarios como rediseñar el sistema educativo universitario en el marco de la Unión Europea o proponer un sistema que permita establecer la equivalencia de titulaciones entre los países miembros. La investigación aquí presentada propone un estudio descriptivo sobre la percepción de este proceso por parte del profesorado de la Universidad de Sevilla y las necesidades que se derivan del mismo. Repensar los modelos de docencia, y reformular los procesos de aprendizaje que exige la aplicación del Sistema Europeo de Créditos de Transferencia y Acumulación (ECTS), conlleva abordar una serie de nuevas situaciones, generadoras de exigencias tanto para la institución universitaria como para sus diferentes grupos humanos.