El Canal de Castilla es una magna obra hidráulica del siglo XVIII que recorre tierras de Palencia, Valladolid y Burgos y que está dividido en tres ramales: Campos, Sur y Norte, que suman más de 140 kilómetros.

El Canal, construido para transportar el cereal castellano hacia el norte, y los productos llegados de ultramar al puerto de Santander hacia el interior del reino, tuvo un uso corto para el fin para el que se proyectó, pero se conservó como canal de regadío.

Desde hace varios años, las autoridades turísticas de las comarcas atravesadas por el Canal también han intentado convertirlo en un reclamo para atraer viajeros y turistas aficionados a deportes náuticos, como el piragüismo, al senderismo y al cicloturismo, pues los viejos caminos de sirga que flanquean el canal han sido reparados y acondicionados para estos fines.

Además, el Canal de Castilla es un verdadero museo al aire libre, tanto de arte religioso (en sus orillas se levantan iglesias tan interesantes como la de Frómista, joya del románico castellano), como de arquitectura civil ligada al propio canal, como esclusas, batanes y fábricas de harina.

La guía propone nueve etapas para disfrutar del canal andando, en bici, a caballo o en piragua, distribuidas en los tres ramales. Esta distribución pretende facilitar al usuario la organización de su recorrido particular por el Canal, dependiendo de la disponibilidad de su tiempo, fuerzas y medio que utilice para su recorrido.

Además contiene una minuciosa descripción de las actividades que los visitantes pueden realizar en el canal como paseos en barco, visitas al Museo, centros de interpretación, ubicación de los 12 puntos de información turística del Canal, etcétera. También incluye una completa relación de servicios -medios de transporte, alojamientos, restaurantes, artesanía y productos típicos- y un mapa de todo el recorrido del Canal.