Einstein consiguió lo que sólo unos pocos antes que él (Newton, Darwin, Freud) lograron: modificar radicalmente la manera en que sus contemporáneos contemplaban el mundo. A partir de Einstein fue -es- preciso mirar a nuestro entorno, al movimiento de los objetos físicos, al universo, al espacio, al tiempo, a, en definitiva, toda la naturaleza, con ojos que, no importa que aparentemente observasen lo mismo, habían visto hasta entonces cosas diferentes.

Personaje adornado con el don de una claridad de pensamiento extrema, sus mayores contribuciones a la ciencia se produjeron en forma de artículos especializados, alejados de las posibilidades de comprensión de la mayoría de aquellos que no fuesen o sean físicos o matemáticos. Sin embargo, en algunas ocasiones, aquella claridad se dirigió a círculos más amplios. Gracias a ello, a través de páginas como las de este libro, podemos participar de la esencia de las ideas, logros y esfuerzos, incluso de la de la filosofía científica, de uno de los mayores genios de la historia de la ciencia.