Cuando alguien se encuentra los libros y cuadernos que utilizó durante sus años en la escuela, resulta inevitable que recuerde sus vivencias de aquella época, que nunca se limitan al contenido de los libros porque estos a final de curso son otros. Con esa misma emoción, los autores de este libro han ido abriendo cuadernos que les llevan desde el siglo XIX hasta finales del XX. Se trata de cuadernos personales de estudiantes, maestros, inspectores y, a veces, de padres o adultos; también se incluyen los cuadernos colectivos como el diario de clase o el de rotación. Todos han sido testigos, ya sea de la restauración borbónica, la llegada de la Segunda República, la dictadura, quizás de la matanza del cerdo o la llegada del hombre a la luna. Las escrituras al margen en estos cuadernos son narrativas dinámicas, que permiten la conexión entre el contexto, las vivencias personales y el recuerdo de sus autores. Mediante su interpretación, cuentan la cultura, que habla de las tradiciones, la memoria colectiva, el sentir de la época y, de esta forma, los autores de este libro reconstruyen el pasado de la escuela desde una perspectiva narrativa.