Si analizamos la evolución del Estado social desde sus orígenes hasta nuestros días, podríamos compartir un diagnóstico: pese a los avances conseguidos, su meta final parece cada vez más lejos. Seguramente son muchos los factores que han contribuido a tal desenlace, como la globalización, la crisis económica y financiera, la escasa voluntad política… Pero es innegable que la débil constitucionalización de los llamados derechos sociales ha propiciado que la anemia del Estado social se agudice.
En este libro se aborda esta cuestión desde el análisis de la teoría (el concepto y el fundamento de los derechos sociales) y de las dificultades políticas, económicas y jurídicas que encuentran para su eficaz reconocimiento y desarrollo. En cualquier caso, como se insiste reiteradamente a lo largo de toda la obra, no podemos escindir el mundo de los derechos en compartimentos estancos, en la fría y calculada estructura de las generaciones que separa a los derechos civiles y políticos por un lado y a los derechos sociales por otro. Como afirma el autor de este libro: «categorías como la dignidad, la autonomía o la libertad, en cualquiera de sus dimensiones, son cofresvacíos cuando se abren en presencia del hambre o la miseria».