Nos dice el autor: Hasta 6º de primaria odié lengua, y los libros. Hasta que llegó Tere Valdecantos, una de esas maestras que dejan un recuerdo porque cambian algo de tu existir. Y a partir de ahí, además de aprobar con buena nota, me convertí en un lector insaciable, amigo de las letras, las cuales empecé a conjugar en frases sueltas que escribía por cualquier papel.
Esas frases pasaron a convertirse en relatos cuando vislumbré la posibilidad de ganar un premio. La cantidad de relatos que escribí para el concurso de relatos de Murchante fue proporcional a los discursos de agradecimiento por ganarlos que preparé y que nunca leí…
Lo de la poesía fue a la par. A la par que vivía, quiero decir, que sentía, y que me contagiaba de todas las emociones de las personas que me rodeaban; y a la par de mi necesidad sentida, primero de plasmarlo en un papel y luego de compartirlo.
Cuánto papel he reciclado en forma de notas que escribía en cualquier momento y lugar, y guardaba en mis bolsillos, para no perder la frase, la palabra, el verso…
Creo que si eligiera una palabra sería “ARTE”. Y desde ahí enfoco mi vida: soy un teatrero, cancionero, escribiente, mini peliculero… o al menos, eso dicen de mí.
Espero que eso no quiera decir que de tanto, nada…