A lo largo de los últimos quinientos años de la historia de España, muchos fueron los cuadros que salieron de las colecciones reales, por diversas razones, casi siempre deplorables. La mayoría de los cuadros perdidos no llegaron siquiera a estar expuestos en el Museo Real de Pinturas, institución origen del Museo del Prado, pero en el presente inventario también se consideran “desaparecidos” del Prado.

Es difícil establecer el número total de obras desaparecidas, si bien, promediando los estudios consultados, se podría hablar de unos setecientos cuadros, todos de gran valor; este catálogo muestra setenta de ellos, expuestos en diferentes museos y colecciones privadas. Si el esforzado autor, con limitados medios, ha podido registrar una décima parte, no cabe duda de que el Estado podría localizarlos casi todos, y tratar de recuperarlos; que hasta el momento no lo haya hecho es algo inexplicable. Cabe aventurar la hipótesis de que una buena parte de esos cuadros presenta temas que, aun siendo lugares comunes de la cultura greco-latina-cristiana-europea, están tratados de manera crítica, cuando no escandalosa e incluso herética, por lo que los sucesivos directores del museo prefieren mirar para otro lado y no remover el asunto.