A través de algunos casos y de figuras sintomáticas la monografía se propone demostrar que la razonabilidad, más allá de los significados que cada vez asume en las concretas disposiciones legislativas, es un criterio hermenéutico que debe ser apreciado históricamente y no confundirse o superponerse a las meras cláusulas generales. Por un lado, en efecto, la razonabilidad no es extraña a la atribución de contenidos a una cláusula general, en el sentido de que es un instrumento de objetivación de las cláusulas generales y de reducción de los riesgos de arbitrio o de abusos del intérprete; y, por otro, no puede ser ignorada en la interpretación sistemática de cualquier normativa y en la ponderación equilibrada de los principios, como instrumento implícito de la aplicación del derecho y, al mismo tiempo, esencial para obviar los excesos de la racionalidad y de la pura lógica.